Desde su propio amanecer ya era un día extraño. La expresión de toda la gente, como un tenso vacío, el cielo gris y una inusual lluvia. En otros reinaba esa calma que antecede al absoluto caos.
Entonces el cielo enrojeció, salió el sol por breves instantes y luego todo se transformó en el maldito escenario de lo inexplicable y mortífero.
¿Y qué sucedió? No llegó el monstruo a destruir la ciudad ni el maremoto a empaparlo todo, ni mucho menos el terremoto que nos enterraría en las construcciones.
Sólo hubo un enorme silencio, insoportable, oscuro, absolutamente incierto. Que parece peor.
lo gritó
Gerty Cloverine
febrero 06, 2008
2 patadas voladoras:
Te quiero, amiga! =)
Escribes la raja y, por supuesto, tienes pasta de periodista. ;D
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