Se toma un café rutinariamente cada mañana y cruza la puerta de calle, sale a caminar, habla solo y mastica ideas. La gente cada vez que lo ve asume su demencia, mientras él de a poco se va tragando los pensamientos. Vive en un gran agujero, donde sus dedos imaginan un piano y sus brazos intentan abrazar a alguien que hace mucho se ausenta, sus piernas sientan unas hojas donde refugia algún olvidado momento de su corta vida, donde en su tan reciente uso de razón puede distinguir con audacia el blanco del negro, y varios colores más. Ha pasado días entre la opción de resignarse y saborear la crudeza de su mente, de ver el cielo gris y a la gente ingrata y egoísta, se tapa los oídos para no oír el sutil estruendo de las aves, para caminar cada vez más rápido. A veces le da placer que la gente lo vea como una bestia, pero otras veces a solas con su lámpara le gustaría sentir en su mentón una mano que le acariciara, en sus oídos una suave voz contándole una desconocida frase, que nadie aún le enseña bien, que sólo vio su contraluz en alguna escena borrosa de sus sentimientos. Hay pocas cosas que no sabe, pues sus días se basan en la curiosidad y ha intentado descubrir laberintos que lo pueden llevar a una fácil perfección. Una de las pocas cosas que no ha logrado conocer es la simpleza, pues cree que detrás del blanco hay miles de colores juntos. Pero aún no los conoce. Aún no los asimila en el alma. Aún ve todo demasiado lejos, pese a sentirse tan cerca, camina tan a prisa por las calles pero cada día cruza más tarde esa puerta, cada día toma más tarde el café que lo mantendrá despierto, cada día piensa más, cada día se pierde por otras calles.
Algunas noches se aferra a un bar, donde algún idiota le cuenta sus historias de bohemia. Ve a una mujer, la aferra, la aprieta entre sus brazos, intenta saber quién es. Pero no la conoce. Y siempre se pregunta qué hubo detrás de esa noche, después de tanto escarvar mientras bebe el café y lee un diario de hace diez años atrás, y concluye (acontecimiento raro en él) que si tantas cosas hay tras unas palabras, un nombre, una conversación vanal, sólo puede haber una posibilidad: que todos sean una maldita farsa. Y corre por las veredas, hace resonar sus dientes y golpea el cemento con sus zapatos, y se aleja hasta ya no volver nunca más a hacer nada, a no existir jamás.
Autómata
lo gritó
Gerty Cloverine
diciembre 20, 2007
4 patadas voladoras:
wo
ke...no se =/
a veces la vida, dps de no entender por qué pasan las cosas
llegamos a conclusiones extrañas
y dps terminamos sin pensar nada
prefiriendo escapar de las respuetas ke buscamos
es raro eso
=/
bueno gertams
aqui paso x tu blog vistes vistes
(:
no estaremos viendo algun dia dx
cuidate
Adios =*
me karga qe diga "1 reflejos" whahahaha
jajaajajj
son reflejos sexies :P
_*
· Ah wna te adoro más!
hoy igual la pasamos bien!
comimos fideos con carne de soya y was!
te amo! *:)
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