Me paro sobre mis dos patas, tengo sueños de ambición, soy depredador de almas, y en mi bajo uso de razón, creo en mí como en la máxima perfección, reflejo y templo de Dios. Lamentablemente me ha tocado maldecir tantas veces este tan extraño templo, beso tantas bocas, me enredo en tantos otros cuerpos, me enveneno de a poco con otros seres, altero mi acabada conciencia. Y al otro día salgo a caminar en paz por la calle, no le debo nada a nadie más que a las tarjetas de crédito. Un anciano me pide dinero: pero si apenas tengo para mí (y para mis vicios, mis innecesarios lujos, mi alimentación, mi educación, mi ropa, bueno, mi todo). Estudio ¿para qué? Para trabajar ¿Por qué? Porque gano dinero ¿Para qué? Para vivir bien ¿Y qué es vivir bien? No morirme de hambre, no morirme de sed, no morir de aburrimiento, y quienes amo no mueran tampoco. Para no morir desnudo, para no morir ni bruto ni pobre. Para no morirme solo.
Cuek: respuesta incorrecta.
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